Las esculturas de los Astronautas Dogū fueron realizadas por un pueblo del neolítico japonés llamado Jomon. Según los datos del carbono-14, las primeras esculturas Dogū tienen entre 12.000 y 14.000 años de antigüedad. Los habitantes del archipiélago oriental habían desarrollado un arte cerámico que no se parece a ningún otro del mundo. Tales cerámicas son características del Jomon Jidai, una clasificación propia de la arqueología nipona. Los dogu son unas pequeñas estatuas de arcilla con raras cabezas, ojos como de insecto y torsos marcados por intrincados diseños de puntos y rayas . Según Vaughn M. Greene, autor del libro “Astronauts of Ancient Japan”, estos artefactos representan a visitantes de otro planeta. Greene señala, que las unidades de pecho para el control del equipo de la EMU se encuentran aproximadamente en el mismo lugar que unos botones circulares en el pecho del dogu, los cuales probablemente servían para manejar los sistemas vitales del traje espacial